claudia

En el actual territorio colombiano, los
palenques se crearon entre los siglos
XVII y XVIII, como una forma de
resistencia anticolonial de los
cimarrones. Pese a su fuerte incidencia
en el orden establecido para la época, y
los múltiples mecanismos de represión
utilizados para controlar la rebelión de
los cimarrones, los palenques lograron
consolidarse como un espacio de
libertad y recreación de diversos usos y
costumbres heredados de África.Al visitar Palenque, la placa colocada por la unesco en la estatua que se encuentra en la plaza, que se encuentra en 1063. Sin embargo, no hay estudios como los de (Navarrete 2008 y Magilia 2012) aseguran que la fecha se encuentra ubicad entre 1955 y 19674Desde finales del siglo XVI, los esclavos se han convertido en un grave problema para la sociedad de la costa caribeña. Los dueños de los esclavos no solo perdieron su propiedad sino que sufrieron la amenaza de los cimarrones constituyeron comunidades y palenques desde donde se desplazan a robar y atemorizar a los habitantes de las ciudades El cimarronaje y su corolario, la creación de palenques aparcar tempranamente en La provincia de cartagena.

expedición para destruir un palenque establecido cerca de la barranca de Malambo.
El cabildo de Cartagena hizo una serie de ordenanzas para el buen gobierno de la ciudad. Muchas de ellas ya estaban referidas a los esclavos que escapaban de sus dueños. Por ejemplo, solicite a los propietarios de los cautivos que se presenten ante el escribano del cabildo y manifiestan sus nombres. Se castigaría con cien azotes y quienes escaparon por quince días del servicio de sus amigos.
El cabildo de Cartagena al igual que el de la Habana de finales del siglo XVI perfeccionó los mecanismos de control social y de represión

El cimarronaje se convirtió en el tema del ayuntamiento de la Habana, y
ordenanza se convocó a un cabildo abierto para la adopción de medidas eficaces contra la cima. El cabildo se dedica a reglamentar su búsqueda y su captura mediantesiendo gobernador don Jerónimo de Suazo y Casasola hubo un levantamiento de esclavos dirigido por Domingo Biohó, hombre “brioso, valiente y atrevido”. Este huyó de la tutela de su amo⁶⁵, un vecino de Cartagena llamado Juan Gómez, junto con su mujer, tres compañeros y otros esclavos de Juan de Palacios, siendo en total treinta. Se instalaron en el arcabuco de la ciénaga de la Matuna, no lejos de la villa de Tolú, a unas veinte leguas⁶⁶ de la ciudad de Cartagena.
Los tratados de paz con Domingo Biohó y con Yanga demuestran que las autoridades coloniales ante la imposibilidad de acabar completamente con los cimarrones y destruir sus palenques por medio del uso de la fuerza, optaron por ofrecerles amnistías de paz.
El orden volvió a alterarse en los años siguientes por los desmanes de los cimarrones, 1612- 1613 Cuando las autoridades y los cimarrones acordaron de la nueva paz. Los cimarrones recibieron licencia para entrar en la ciudad con su capitán Domingo Biohó. Este andaba con arrogancia, bien vestido a la española, con espada y daga dorada, como gran caballero

Entre 1618 y 1619, estando en Cartagena, Domingo Biohó se trenzó en una riña con miembros de la guardia del presidio de la ciudad, a quienes amenazó con su lanza. Parece que una noche lo cogió el toque de queda dentro de las murallas de la ciudad y entró en confrontación con un guardia. Fue prendido y llevado ante el gobernador don García de Girón a las diez de la noche. Tras un breve proceso, el gobernador mandó ahorcarlo. “Con lo cual –según el gobernador– han quedado todos los negros muy quietos y pacíficos”

el gobernador de Cartagena, don García de Girón dirigió una carta al rey de España en la que hacía relación de los incidentes ocurridos con Domingo Biohó. Cuando llegó a tomar el gobierno de la provincia, una de las cosas que encontró fue el levantamiento de unos negros, que tuvo lugar en la ciudad, cuyo caudillo era un “negro tan belicoso y valiente que con sus embustes y encantos se llevaba tras de sí a todas las naciones de Guinea que había en esta ciu-dad y provincia”⁸³.
La génesis del palenque de la Matuna, acaudillada por Domingo Biohó en 1599 es el punto de partida de un proceso histórico significativo. Si bien no existe documentación escrita que permita probar que hubo continuidad entre el palenque de la Matuna y San Basilio de Palenque, es posible afirmar que fueron parte del mismo proceso de lucha cimarrona
Del segundo caudillo cimaron que se tiene historia es de Domingo Criollo era un hombre de color negro, grueso y de contextura corpulenta. Tuvo dos hermanos llamados Mateo Criollo y Gonzalo Criollo quienes ya convivían en los palenques de las sierras de María, desde tiempos del gobernador de Cartagena don Francisco deMurga, es decir hacia 1631. En 1655, durante el gobierno de don Pedro Zapata Domingo era el capitán de los palenques, entre ellos, uno ubicado en la otra banda del río Grande, llamado la Magdalena. Por estos años fue el traslado de su gente a los palenques de la sierra

En junio de 1694 ya todo estaba consumado. Don Sancho Jimeno de Orozco dio cuenta al rey de haber roto y debelado con las armas los palenques de los ne- gros alzados que habían poblado las sierras de María. Dijo haber aprehendido no- venta y dos cimarrones, entre grandes y chicos y dado muerte a cuarenta y tres, entre ellos a Domingo Criollo, capitán y caudillo de los palenques

Todavía en 1697, continuaban las persecuciones a los cimarrones despa- rramados por los montes y en viejos palenques repoblados. Por el mes de febrero de 1697, se trajeron a Cartagena diferentes cimarrones, hombres y mujeres, aprehendidos por el capitán don Luis de Tapia Villavicencio

En la última década del siglo XVII, los rebeldes fueron dispersados sin poder ser eliminados completamente. Entrado el siglo XVIII, el palenque de San Miguel Arcángel seguía en pié con una población numerosa

El 9 de diciembre de 1713, cuando el señor obispo de la ciudad de Cartagena, don Antonio María Cassiani, doctor en teología y catedrático de la Universidad de Alcalá, bajaba del cerro de la Popa, donde se encontraba venerando la imagen de la virgen de la Candelaria, le salieron al encuentro unas diez personas de casta de ne- gros, acompañadas por su capitán, para decirle que interviniera por ellos porque su intención era la paz.

De acuerdo con las condiciones propuestas por el gobernador don Jerónimo
Badillo, en documento expedido el 22 de diciembre de 1713, se admitía a indulto, concedía el perdón y permitía el comercio con los españoles a todos los cima- rrones que habitaban en el palenque San Miguel Arcángel, sus mujeres e hijos y otros que allí se hallaren, bajo palabra real y la protección del señor obispo Anto- nio María Cassiani.

El 8 de enero de 1714, el obispo Antonio María Cassiani salió de la ciudad de Cartagena, montado en su caballo, camino de las sierras de María, hacia el palen- que de San Miguel Arcángel. Llegó primero a la villa de Mompox, hizo algunos tre- chos a caballo y pasó arroyos a pie pues a caballo no fue posible. Arribó al palen- que el 17 de enero y comenzó a parlamentar con el caudillo criollo, Nicolás de Santa Rosa. Le explicó a él y a todos los presentes, criollos libres, gente de diver- sas castas y esclavos pertenecientes a propietarios de Cartagena y otras provincias, las condiciones propuestas por el mariscal de campo don Jerónimo Badillo, gober- nador y capitán general de la provincia.

Con las capitulaciones pareció que la paz había llegado a San Basilio Magno y que la mediación del obispo Cassiani había acallado los ánimos, sin embargo, el 30 de abril de 1715, el gobernador don Jerónimo Badillo se dirigió por escrito al rey de España para informarle de la gran cantidad de negros que había y de la posibi- lidad de una sublevación. Acusó al obispo Cassiani de favorecer a los negros, consolarlos y admitirlos a su presencia. Los dueños de los esclavos protestaban contra esa conducta protectora.

En 1717, el obispo Antonio María Cassiani fue llamado ante la corte española, en la península. No se tiene conocimiento si alcanzó a presentarse porque ese mismo año falleció, en el mes de noviembre

carta al tribunal de Cartagena, por sugerencia real, encargando
que en las causas de idolatría de los negros alzados y fortificados en los palenques
de la provincia de Cartagena que llegaren al tribunal inquisitorial debía procederse
con benignidad, ofreciéndoles la confianza necesaria para deponer sus temores y
mantenerlos en la obediencia de la iglesia y de su majestad. El señor obispo, inqui-
sidor general, había sido consultado y fue quien ordenó poner especial cuidado en
estos casos y actuar con la suavidad y blandura convenientes

El 22 de abril de 1693 dio a conocer un padrón de la
gente del palenque. Hizo una lista con los nombres y señas de los cimarrones que se hicieron presentes. Concluyó que los negros criollos de la montaña y sus des- cendientes eran veintisiete hombres, diecinueve mujeres, treinta y cinco crías, hijos e hijas de las criollas y tres crías huérfanas. Los negros de castas, de los que era capitán Pedro Mina eran cincuenta y siete hombres y nueve mujeres, con cinco crías, hijos e hijas de las mujeres.

Algunos años después, en 1693, el padre jesuita Fernando Zapata fue comi- sionado para conversar con los cimarrones cuestiones de paz, entrar al palenque San Miguel Arcángel y administrar los sacramentos. Se le autorizó para actuar en matrimonios y en otras cosas necesarias para la pacificación del palenque

En el cabildo reunido el 21 de marzo de 1693, el regidor don Bartolomé Nar- váez pidió solicitar al gobernador tomar las armas para castigar las osadías que estaban haciendo los negros alzados

El lugar fue declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, usted tiene por suerte su cultura y sus tradiciones africanas se han preservado intactas en el tiempo. Un lugar único en el mundo, donde la gastronomía, el idioma, la música, la cultura, la medicina y la organización social tienen su propia significación.

EN ABRIL 2019 El presidente de la República, Iván Duque Márquez jueves 11 de abril a San Basilio de Palenque, dialogó con el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay Paz, con los alcaldes del norte del Departamento y con la comunidad palenquera; expresó su disposición a transformar la icónica población en un epicentro de la Economía Naranja y se mostró de acuerdo con que el primer pueblo libre de América se convierta en un municipio especial.
“Trabajaremos juntos para presentar ese proyecto con el liderazgo del senador Fernando Araújo, con ayuda del gobernador y del Gobierno Nacional para la próxima legislatura. Unidos le daremos esa alegría a San Basilio de Palenque“, fue la respuesta del presidente.