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Por Emilio Cuevas Monroy.
Por Emilio Cuevas Monroy.
1500 bc - 1523 ac
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Fueron los artesanos más famosos del Mexico precolombino, sus trabajos en piedra y en diferentes metales nunca fueron superados en la región. Los Mixtecas influenciaron en el declino de la civilización Maya en el sur, y permanecieron independientes de los Aztecas en el norte.
1500 bc - 500 bc
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Fue la primera civilización en Mesoamérica, se afirma o se especula que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía.
1500 b.C.
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Período de la historia de México (Meso América) anterior a la conquista y colonización española.
1000 bc - 1546 ac
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Fue conocida por haber desarrollado un único lenguaje escrito conocido de la América precolombina, así como por su arte, arquitectura y sistemas matemáticos y astronómicos.
Una de las sociedades más densamente pobladas y culturalmente dinámicas en el mundo.
950 ac - 1521
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Desarrollaron un calendario y un sistema logofonetico de escritura que utiliza un glifo separado para representar a cada una de las sílabas de la lengua, vivían en grandes aldeas y ciudades, en casas construidas con piedra y mortero. Grabaron los principales eventos de su historia por medio de jeroglíficos, y en las guerra hicieron uso de unas armaduras de algodón.
1345 - 1521
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Se ubicaron en un islote dentro del antiguo lago que existía en el valle de México, su desarrollo como cultura se dio durante el periodo postclásico y su origen según su leyenda es la tierra de aztlan que algunos historiadores consideran se encuentra físicamente en los actuales estados de Nayarit o Guanajuato, el valle lacustre en el cual fundaron la poderosa ciudad de Tenochtitlan se encontraba ya habitada antes de su llegada.
1466 - 1520
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El gobernante de la ciudad mexica de Tenochtitlan, elegido gran sacerdote, tenía preparación militar ya que fue tlacochcálcatl (jefe militar) durante campañas militares de Ahuizotl. Tubo interacción con Cortés durante la conquista, donde falleció.
1485 - 1547
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Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano, conquistador español del Imperio mexica, primer marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de la Nueva España.
1496 - 1525
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El último tlatoani mexica. Cuauhtémoc se dio a la tarea de reorganizar el ejército mexica, reconstruir la ciudad y fortificarla para la guerra contra los españoles, pues suponía que éstos regresarían a pelear contra los mexicas. Envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados, disminuyendo sus contribuciones y aun eliminándolas para algunos.
Los españoles regresaron un año después de haber sido expulsados y con ellos venía un contingente de más de cien mil aliados indígenas,1 la mayoría de ellos tlaxcaltecas, históricamente enemigos de los mexicas.
Después de sitiar Tenochtitlán por 90 días,2 el 13 de agosto de 1521, los españoles, que eran comandados por Hernán Cortés, lo capturaron en Tlatelolco.
1502 - 1529
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Malinalli Tenépatl, Como tal esclava fue regalada a Hernán Cortés el 15 de marzo de 1519 por el cacique Tabscoob, junto con otras 19 mujeres, algunas piezas de oro y un juego de mantas, después de que Cortés derrotara a los tabasqueños en la llamada "Batalla de Centla". Tras bautizarla e imponerle el nombre de «Marina» fue regalada a su vez a Alonso Hernández Portocarrero, uno de sus capitanes. Cuando Cortés descubrió que Malintzin hablaba náhuatl empezó a utilizarla como intérprete náhuatl-maya, ocupándose Jerónimo de Aguilar, náufrago español que había estado cautivo y que fue rescatado por Cortés en Cozumel, de la traducción maya-español. Así, con el uso de tres lenguas y dos intérpretes, se llevaron a cabo todos los contactos entre españoles y mexicas, hasta que Malintzin aprendió castellano. Más allá de su servicio como intérprete Malintzin asesoró a los españoles sobre las costumbres sociales y militares de los nativos y posiblemente realizó también tareas de lo que hoy llamaríamos «inteligencia» y «diplomacia» jugando un papel importante durante la primera parte de la conquista. Tuvo un hijo de Cortés, Martín, primogénito, nacido ilegítimo y legitimado después mediante una bula especial papal.
1521
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Sometimiento del estado Mexica o Azteca, logrado por Hernán Cortés en el nombre del rey Carlos I de España y a favor del Imperio español.
1535 - 1810
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En los primeros años de la Colonia, la base de la economía fue la encomienda. La encomienda consistía en que los soldados españoles recibían tierras o minas, e indígenas para trabajarlas, como pago por los servicios que habían prestado durante la Conquista de México. A cambio, los españoles se comprometían a cristianizar y proteger a los indígenas que se les habían encomendado, es decir, encargado.
Este sistema duró 200 años. Durante ese tiempo, los indígenas tuvieron que trabajar para los españoles sin recibir casi ningún beneficio; además, fueron víctimas de una terrible explotación. Si bien muchos de ellos fueron cristianizados, en realidad no fueron protegidos a pesar de que existían leyes que obligaban a los españoles a darles un buen trato.
Durante los últimos 100 años de la Colonia se prohibió la encomienda en la Nueva España. A partir de ese momento los indígenas se convirtieron en peones y trabajaron en los campos y las minas de los españoles a cambio de un salario muy bajo. De todos modos sus condiciones de vida no mejoraron y siguieron viviendo en la pobreza; los españoles, al contrario, se enriquecieron gracias al trabajo de los indígenas y negros.
1535
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A la caída de Tenochtitlan, los antiguos dominios mexicas quedaron bajo el mando de Hernán Cortés, a quien el emperador Carlos V nombró Capitán General. Sin embargo, la ilimitada ambición de éste y los abusos cometidos por sus colaboradores, convencieron al monarca de que era necesario establecer un gobierno más disciplinado en los dominios a los que se llamó Nueva España. Primero designó un equipo de cinco hombres, denominado Audiencia, que sólo provocó más problemas. Finalmente decidió nombrar un representante directo de la monarquía, que gobernaría con el título de Virrey.
El Virreinato duró casi 300 años. En ese lapso hubo 62 virreyes, quienes encabezaban un grupo muy numeroso de funcionarios encargados de cobrar impuestos, mantener el orden y proteger el territorio y su explotación económica.
1535 - 1810
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La mezcla fue facilitada por la circunstancia de que la sociedad española también estaba compuesta de cepas muy diversas y por las características físicas de las razas enfrentadas. Los rasgos de los aborígenes no resultaban chocantes, en general, a los ojos de los españoles; el color de su piel no se diferenciaba mucho del cutis aceitunado de los habitantes del sur de la península, y tampoco diferían en estatura, más bien baja en la mayor parte del nuevo continente. Los españoles no encontraron en América seres humanos tan distintos y exóticos como los que verían en África, China o el archipiélago malayo. Más tarde, cuando los indios de las regiones más hispanizadas fueron asimilándose a los modos de vida de los blancos y adoptaron su indumentaria o copiaron su aspecto personal, muchos pudieron pasar por españoles. Más aun: algunas etnias como los mayas o los guaraní tenían facciones que podían llegar a ser muy hermosas, y así lo reconocieron los cronistas. Fue natural, entonces, la aproximación de los españoles (casi siempre solteros, casi siempre jóvenes) con las mujeres aborígenes, y esto ocurrió desde el comienzo.
1535 - 1810
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La jerarquía social se acomodaba, españoles-> criollos-> mestizos-> indios -> esclavos.
Los pobladores españoles eran muchachos de farra y de bronca, como Heredia, que después de dejar mil líos, unos cuantos muertos y perder las narices en carrera de espadachín, se metió de contrabando en el buque para venir a fundar Cartagena de Indias sobre las ardientes playas del Caribe. La mayor parte apenas si tenían apellidos de familia: se embarcaban con el nombre de cristianos que les habían rociado en el bautisterio, y luego, para figurar en los actos oficiales, cuando el escribano les decía: - ¿El apellido de Vuesamerced? -El que Vuesamerced quiera, respondían. Y les daban el de su pueblo, como a Sebastián, que salió de su tierra por haber matado de un garrotazo al burro de su amo, y que se llamó luego, por llamarse de alguna manera, Sebastián de Belalcázar. (Este fundó Quito.) Otros eran bastardos, que habiendo nacido y críadose entre cerdos, pensaban: "Quizás en América encontremos un nombre que ponga claridad al de la oscura madre que nos trajo al mundo." Así fué Pizarro. (Éste conquistó Perú.) Otros se habían visto cercados por la justicia, acosados por el amor, con sus familias de simples artesanos venidas a menos en turbios pleitos. Dirían: "En Indias quizás recojamos oro y alcancemos libertad." Así Jiménez de Quesada. (Éste conquistó Nueva Granada.) ¿A qué seguir? Digamos en pocas palabras que la carabela que salió de Cádiz a todo viento rumbo a la aventura, traía a todos los Pérez de España, a mozos que detrás de un gobernador afortunado y rico - que se quemaría en las playas del Caribe mordido por el trópico venenoso - surgirían como héroes sacados de la nada. Y así, pues, surgieron ellos, los Don Nadie, figurones sobrenaturales, héroes inconmensurables, conquistadores de un mundo nuevo.
1795 - 1877
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Militar y político mexicano. Era un joven capitán del ejército español cuando estalló la insurrección anticolonial en 1810. Tras luchar en el bando virreinal, apoyó a Iturbide una vez que éste se hizo con el poder y proclamó la independencia (1821). Luego encabezó la sublevación que derrocó al régimen monárquico de Iturbide y abrió el proceso para convertir a México en una República federal (1822-24).
Desde entonces se convirtió en el «hombre fuerte» del país por espacio de cuarenta años, si bien su presencia formal al frente del poder político fue intermitente. Su prestigio militar se acrecentó cuando consiguió rechazar una expedición enviada por España con intención de restaurar el régimen colonial en 1829.
Después de derrocar a los gobiernos establecidos en 1829 y 1832, en 1834-35 asumió personalmente la presidencia de la República. Carente de ideas propias, Santa Anna fue un demagogo populista, que empezó gobernando con los federalistas anticlericales, para aliarse luego con los conservadores, centralistas y católicos, con los que tenía mayor afinidad.
En 1835 suprimió el régimen federal aplastando por la fuerza a sus defensores; este refuerzo del centralismo desencadenó la rebelión de Texas, territorio del extremo noreste de México con fuerte presencia de colonos anglosajones. Atacó Texas con su ejército, enfrentándose también a los Estados Unidos, que prestaban apoyo a los rebeldes (1836); pero fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto, enviado a Washington y liberado por el presidente Jackson tras entrevistarse con él.
Había perdido así su ya escasa popularidad; pero una expedición militar francesa contra Veracruz le dio la oportunidad de redimirse en 1838, rechazando al invasor y recuperando su carisma de héroe nacional (perdió una pierna en el combate). Aprovechando esa popularidad volvió a erigirse en dictador en 1841-42; aunque fue obligado a dejar el poder ante la desastrosa situación económica que provocó su gobierno.
Regresó de su exilio en Cuba al año siguiente, al estallar el conflicto entre México y Estados Unidos por la anexión a este país de la antigua provincia mexicana de Texas (independiente desde 1836). Santa Anna, que se veía a sí mismo como el Napoleón de América, se negó a negociar con Estados Unidos a pesar de su situación de inferioridad: provocó así la invasión estadounidense de Veracruz, Jalapa y Puebla (1846). Completamente derrotado, tuvo que firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848), por el que México perdió casi la mitad de su territorio (además de Texas, California, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado y Utah).
Partió otra vez al exilio, pero regresó en 1853 para instaurar de nuevo una dictadura conservadora, derrocada por Juárez en 1855. Ya sin poder político, volvió a México en dos ocasiones: la primera durante la ocupación francesa y el Imperio de Maximiliano, que le hizo mariscal (también entonces intentó sin éxito recuperar el poder); y la última en 1874, después de la muerte de Juárez, para pasar sus últimos años pobre, ciego y olvidado por todos.
1806 - 1872
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Benito Pablo Juárez García, político mexicano. Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, matrimonio indígena de humilde condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo niño y cursó sus primeros estudios en su pueblo natal.
Tenía veinte años cuando ingresó en el Instituto de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la realidad social y en particular por la situación de los campesinos lo llevó a expresar sus puntos de vista liberales y a participar activamente en política.
En 1831 Benito Juárez fue elegido regidor del ayuntamiento de Oaxaca y al año siguiente, diputado al Congreso del Estado. La energía con que defendió los intereses que representaba le valió en 1846 ser diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión. Un año más tarde fue designado gobernador de su estado natal, cargo en el que permaneció hasta 1852.
Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió vastas zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las filas liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los conservadores tomaron el poder en 1853, acaudillados por el general Santa Anna, y Juárez se vio obligado a exiliarse en Cuba.
Al cabo de dos años regresó y se adhirió al plan de Ayutla, entre cuyos firmantes figuraban los generales Villarreal, Comonfort y Álvarez. Al triunfar el pronunciamiento fue designado consejero de Estado y, bajo la presidencia de Ignacio Comonfort, ministro de Justicia. Como tal promulgó una serie de leyes que restablecían las libertades de enseñanza, imprenta y trabajo y anulaban las prerrogativas del clero y el ejército.
Sus disposiciones legislativas, que inspiraron la Constitución de 1857, de corte liberal, motivaron la reacción de los conservadores, quienes se pronunciaron al año siguiente en el plan de Tacubaya. Comonfort pactó con ellos, dio un golpe de Estado y encarceló a Juárez, lo cual fue el detonante de la guerra de Reforma. Como presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juárez, que había conseguido huir, se convirtió en el presidente legítimo, de acuerdo con la Constitución, y estableció el gobierno en Veracruz.
Desde allí expidió las leyes de Reforma y proclamó una Constitución más radical que la anterior. Con la ayuda de Estados Unidos los liberales derrotaron finalmente a los conservadores en 1860. Sin embargo, las graves dificultades económicas por las que pasaba el país lo obligaron a suspender el pago de la deuda externa. La medida motivó la intervención del Reino Unido, España y Francia en 1861. Las promesas de Juárez determinaron la retirada de las dos primeras potencias, pero Francia, en connivencia con los conservadores, invadió México en 1863.
Ante la instauración del Imperio de Maximiliano, al año siguiente Benito Juárez se retiró a Paso del Norte y desde allí organizó la resistencia. Después de tres años de guerra entró en la capital y ordenó fusilar a Maximiliano I en Querétaro. Con el país empobrecido y desunido, fue reelegido por séptima vez en agosto de 1867, restauró la República federal y, al tiempo que daba vigencia a las leyes de Reforma, adoptó una serie de medidas para fortalecer la autoridad presidencial.
Este hecho y el temor a que buscara perpetuarse en el cargo, motivaron la reacción dentro de su propio partido. A pesar de las dificultades económicas, de la hostilidad del Congreso y de numerosos pronunciamientos, en 1872 Juárez fue nuevamente reelegido. Lerdo de Tejada, quien había fundado el Partido Lerdista, se alió a Porfirio Díaz y juntos se alzaron contra Juárez, revuelta que pudo ser sofocada. Tras su muerte, a causa de un ataque cardíaco, el Congreso lo declaró Benemérito de la Patria y de las Américas.
1810 - 1821
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Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide se entrevistan en Acatempan en el hoy Estado de Guerrero, para afinar el arreglo del cese de la Guerra de Independencia y en consecuencia, la consumación de la libertad de la Nación Mexicana.
El 10 de enero pasado, Vicente Guerrero, Jefe del Ejército Insurgente del Sur, había recibido una carta de Iturbide, (Ver documento) comandante en Jefe de las fuerzas realistas, en la que le pedía se sometiera al gobierno y a cambio, le serían reconocidos su grado, su ejército y el territorio que dominaba. Diez días después, Guerrero responde negándose a aceptar tal proposición y conmina a Iturbide a pelear por la independencia:
“Concluyamos con que usted equivocadamente ha sido nuestro enemigo, y que no ha perdonado medios para asegurar nuestra esclavitud; pero si entra en conferencia consigo mismo, conocerá que siendo americano, ha obrado mal, que su deber le exige lo contrario, que su honor le encamina a empresas más dignas de su reputación militar, que la patria espera de usted mejor acogida, que su estado le ha puesto en las manos fuerzas capaces de salvarla y que si nada de esto sucediera, Dios y los hombres castigarían su indolencia [...] qué pues, hace retardar el pronunciarse por la más justa de las causas? Sepa usted distinguir y no confunda: defienda sus verdaderos derechos [...], decídase usted por los verdaderos intereses de la Nación, y entonces tendrá la satisfacción de verme militar a sus órdenes [...]. Compare usted que nada me sería más degradante como el confesarme delincuente y admitir el perdón que ofrece el Gobierno contra quien he de ser contrario hasta el último aliento de mi vida, más no desdeñaré ser subalterno de usted en los términos que digo [...] porque nuestra única divisa es libertad, independencia o muerte [...]. Obre usted como le parezca, que la suerte decidirá, y me será más glorioso morir en la campaña, que rendir la cerviz al tirano”. (Ver Documento)
A su vez, Iturbide le había respondido que sólo les queda acordar, “por un plan muy bien sistemado, los medios que nos deben conducir indudablemente, y por el camino más corto. Cuando hablemos usted y yo se asegurará de mis verdaderos sentimientos [...] no debe dudar que ninguno en la Nueva España es más interesado, ni la deseo con más ardor, que su muy afecto amigo que ansía comprobar con obras esta verdad y que su mano besa”. Cuando Guerrero e Iturbide se reúnen en Acatempan, Iturbide rinde homenaje a Guerrero por su valor a lo cual respondió:
“Yo señor felicito a mi patria porque recobra en este día un hijo cuyo valor y conocimientos le han sido tan funestos”, después de esto, se pusieron de acuerdo y Guerrero explicó a sus soldados la presencia de Iturbide: “¡Soldados! Este mexicano que tenéis presente es el señor don Agustín de Iturbide, cuya espada ha sido por nueve años funesta a la causa que defendemos. Hoy jura defender los intereses nacionales; y yo que os he conducido en los combates, y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconoce al señor Iturbide como el Primer Jefe de los Ejércitos Nacionales: ¡Viva la independencia! ¡Viva la libertad!”.
El 15 de febrero, ambos personajes sellan su acuerdo con un abrazo al cual se conoce como el “Abrazo de Acatempan”. A tal acuerdo, seguirá la proclamación del Plan de Iguala del que resultará la unificación de los ejércitos de Guerrero e Iturbide para dar origen al Ejército Trigarante o de las Tres Garantías y consumar la independencia de México. Pero cuando Iturbide se proclame emperador de México Guerrero se distanciará de él.
1810 - 1811
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Miguel Hidalgo y Costilla, a partir de Dolores, el movimiento encabezado por Hidalgo se movió por varios puntos del Bajío, una de las más prósperas regiones de Nueva España. El número de tropas es desconocido. En Atotonilco tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe, que es considerado emblema del movimiento. La madrugada del 15 de septiembre de 1810 llamó al pueblo para iniciar el movimiento que daría la independencia de México, aunque él mismo no lo viera culminado.
La primera avanzada del movimiento, sin embargo, se debe a Hidalgo y a otros militares, las tropas a su mando salieron de Dolores, llegaron a Atotonilco, San Miguel de Allende, entonces conocido como “El Grande”, dirigiéndose hacia Celaya, Salamanca y finalmente Guanajuato.
En la Alhóndiga de Granaditas se llevó a cabo otro enfrentamiento, en el que se confrontaron españoles y tropas insurgentes, siendo vencidos los primeros, por lo que Miguel Hidalgo se dirigió a Valladolid, misma que también se cuenta entre los sitios más importantes que fueron tomados entonces. Valladolid es importante porque ahí planearía la toma de la Capital de la Nueva España, en donde se encontraban representados los poderes centrales.
En su marcha, se produjo el 30 de agosto de 1810 la batalla del Monte de las Cruces, cercana ya a la capital, en donde obtuvo el triunfo, sin embargo, ello significó la confianza de Hidalgo, enviando sus tropas hacia Ixtlahuaca, desaprovechando la debilidad que había dejado en la ciudad.
Su plan era atacar a las tropas realistas sorpresivamente y no enfrentarlas en la capital, lo que lo llevó a enfrentarse en Puente Calderón, de donde no obtuvo ventaja, regresando hacia el norte del país. En su trayecto, en Acatita de Baján él y sus tropas sufrieron una emboscada, pues se había anunciado a las tropas realistas su camino, haciéndolos éstas prisioneros.
La fecha de su detención quedó registrada en la historia, el 21 de mayo de 1811, los condujeron a Chihuahua, en donde fusilarían primero a Ignacio Allende, Juan Aldama, y Mariano Jiménez, el 16 de junio del mismo año.
1810
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La consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII.
1810 - 1815
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José María Morelos, llegó a que el virrey Venegas determinara exterminarlo a toda costa, nombrando a Félix María Calleja, como general en jefe de la expedición realista. Las fuerzas de Morelos, que llegaban hasta Chalco, fueron replegadas hacia el sur conforme iban avanzando las tropas de Calleja, las cuales llegaron frente a Pazulco el 17 de febrero de 1812.
Don Víctor Bravo había estado fortificando a Cuautla semanas antes de la fecha en que llegó Morelos quien pensó en apoderarse de Puebla; pero ya con anterioridad se habían empezado a hacer concentraciones de víveres y fundición de cañones en la hacienda de Buena Vista.
Morelos entró a Cuautla junto con sus tropas el 7 de febrero, siendo Galeana quien precipitadamente construyó las trincheras y en todas las bocacalles instaló artillería. Morelos se organizó para defender a Cuautla, para lo cual contaba con cerca de 4 mil hombres al comienzo del ataque a la plaza el 19 de febrero, tenían armamento que se había arrebatado a los realistas.
A las 7 de la mañana con un asalto al convento de la plaza de San Diego, dio inicio el famoso Sitio de Cuautla, donde los sitiados se enfrentaron al hambre, la peste, la falta de agua, pero ni así amainaron su ímpetu por defender su causa que por fin el 2 de mayo y, después de enfrentar una lucha devastadora, Morelos y algunas de sus gentes salieron ilesos del Sitio y se dirigieron rumbo a Ocuituco, quedando Cuautla en poder de Calleja, este hecho marcó para el país una nueva etapa en la consecución de la guerra.
El 3 de noviembre de 1815, es preso en Texmalaca, Guerrero, el generalísimo José María Morelos y Pavón, trasladado primero a Tenango y después a Cuernavaca, donde estuvo preso en el Palacio de Cortés, donde en un pasillo aparece una inscripción en mármol que dice: "En este lugar estuvo preso los días 7, 8 y 9 de noviembre de 1815 el general don José María Morelos, caudillo héroe de la Patria, defensor integérrimo de la Independencia, y cuya sangre derramada en un patíbulo fecundó la santa causa de la libertad mexicana.
1821 - 1823
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El Imperio Mexicano fue un Estado independiente que nació como resultado del movimiento independentista de Nueva España. México fue la única nación independizada de España que adoptó un régimen monárquico después de su independencia. El período histórico del Primer Imperio mexicano comprende de la firma de los Tratados de Córdoba en 1821 hasta la proclamación de la República federal en 1823. En 1863 se estableció un Segundo Imperio Mexicano.
El territorio del Imperio Mexicano correspondió al antiguo virreinato de Nueva España con excepción de las capitanías generales de Cuba, Santo Domingo y Filipinas. Las provincias de la Capitanía General de Guatemala se anexaron después al Imperio mexicano. El primer y único monarca de este estado fue Agustín de Iturbide, con el nombre de Agustín I de México.
1821
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1857 - 1861
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a Guerra de los Tres Años, transcurrió desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861, que culmina con la entrada de Juárez a la capital del país. Fue el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos en que se encontraba dividida la sociedad mexicana: liberales y conservadores. Dio inicio cuando el general conservador Félix Zuloaga, dio a conocer el Plan de Tacubaya, el cual demandaba la abrogación de la Constitución de 1857, la permanencia de Ignacio Comonfort en la presidencia y la convocatoria de un Congreso extraordinario, el cual se encargaría de elaborar otra carta constitucional que, según los conservadores, "garantizara los verdaderos intereses del pueblo". Dos días después de su publicación, Comonfort (Presidente electo en ese momento) se adhirió al Plan de Tacubaya. Benito Juárez (Presidente de la Suprema Corte de Justicia en ese momento) defendió enérgicamente la Constitución y se negó a colaborar con los conservadores. Por esta razón, Comonfort ordenó que lo detuvieran y lo mantuvieran en prisión. Con el transcurso de los años, la guerra se hizo más sangrienta y polarizó a la gente en la nación. Muchos de los moderados se unieron a los liberales, convencidos de que era necesario acotar el gran poder económico y político de la Iglesia Católica. Por un tiempo los liberales y conservadores tuvieron gobiernos paralelos, con la sede del gobierno conservador en la Ciudad de México y los liberales en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y el presidente Benito Juárez instaló su administración en la Ciudad de México. Una vez que el Congreso Constituyente había cumplido con su tarea de elaborar una nueva constitución, se hizo la convocatoria para realizar elecciones tanto de los poderes federales como los de los estados; tocó entonces a las legislaturas estatales el arreglo de las constituciones particulares de cada estado, de acuerdo con la constitución general. Se reunió así el primer Congreso Constitucional que trabajaría ya bajo los principios de la carta magna del 1857.
1860
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Las leyes decretadas por Juárez en Veracruz, mientras se encontraba sitiado dicho puerto, conocidas como Leyes de Reforma, establecieron al fin la separación de la Iglesia y el Estado. El 12 de julio de 1859 se promulgó la Ley de nacionalización de los bienes eclesiásticos; el 23, la Ley del matrimonio civil; el 28 la Ley orgánica del Registro Civil y la Ley sobre el estado civil de las personas; el 31, el decreto que declaraba que cesaba toda intervención del clero en cementerios y camposantos. El 11 de agosto se reglamentaron los días festivos y se prohibió la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Un año más tarde, el 4 de diciembre de 1860, se expidió la Ley sobre libertad de cultos. Este conjunto de leyes fueron el inicio de una nueva era en la política, la economía y la cultura. Pero mientras esos ordenamientos se convertían en realidad, la guerra civil había agotado y empobrecido al país.
1867 - 1876
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Comenzó el 15 de julio de 1867, cuando Benito Juárez regresó a la Ciudad de México luego de su victoria contra el imperio de Maximiliano I de México. Generalmente se considera que terminó en 1876, cuando Sebastián Lerdo de Tejada, sucesor de Juárez (muerto en 1872), fue derrocado por la revolución encabezada por Porfirio Díaz.
Juárez de inmediato convocó a elecciones, en las que resultó triunfador, y su siguiente período presidencial estuvo orientado a reparar la economía, impulsar la educación, fomentar la seguridad pública y terminar con las gavillas de ladrones y caciques que asolaban al país. Al presentarse el período electoral de 1871, los candidatos fueron Juárez, Lerdo y Díaz. Luego de unas elecciones con altas sospechas de fraude electoral, Juárez se reeligió y Díaz proclamó el Plan de la Noria con el que desconocía a Juárez. Una nueva revolución sacudió al país, pero en julio de 1872 Juárez murió y la revuelta, prácticamente derrotada, debió acogerse al indulto del nuevo presidente: Sebastián Lerdo de Tejada.
La república restaurada significó la cristalización de los ideales liberales y el período donde se consolidó la actividad legislativa, pues en 1874 se restauró el Senado, que la Constitución de 1857 había abolido. El federalismo enfrentó varios problemas, como las numerosas revueltas que se produjeron bajo Lerdo, cuyo excesivo jacobinismo le granjeó la enemistad del clero y de las clases altas.
Díaz encabezó una última rebelión en 1876, contra la reelección de Lerdo. Luego de una campaña bastante mala para sus tropas, logró vencer a los federales en Tecoac y entrar triunfante a la capital en noviembre de 1876, con lo que comienza el Porfiriato.
1876 - 1911
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Para promover el crecimiento económico del país durante su periodo el general promovió políticas liberadoras de la economía nacional y México mostró una gran apertura al capital extranjero. Los principales países que trajeron su capital al país fueron: Inglaterra, con concesiones mineras y administrando el Istmo de Tehuantepec, España con la industria de hilados y tejidos, y por supuesto nuestro vecino del norte al cual se le dieron las concesiones para la construcción de ferrocarriles. Este crecimiento económico no favoreció a todas las regiones del país, era notorio que este crecimiento solo llego a las grandes metrópolis tales como Guadalajara, Monterrey y por supuesto la capital del país, era también notorio que las regiones del sur del país eran las que mostraban un mayor atraso.
En cuestión de números el avance económico era basto, para 1880 el total de las inversiones extranjeras era de 110 millones de pesos, para 1910 dicho monto era de 3400 millones.
El capital extranjero dominaba, casi de manera absoluta, la minería, la explotación petrolera, la banca y los, ferrocarriles. En el sector minero, por ejemplo de las 1030 compañías que operaban en 1910, 840 eran estadounidenses, 148 nacionales y el resto de otros países. Cálculos aproximados estiman que, para 1910, del total de las inversiones extranjeras 38% eran estadounidenses, 29% inglesas y 27% francesas, mientras que el resto se distribuía entre otras de menor importancia. En un lapso de treinta años, las inversiones inglesas pasaron de 9.2 a 90.7 millones de libras esterlinas; las francesas, de 15 a 1,675 millones de francos; en tanto las estadounidenses pasaron de 30 a 1,008 millones de dólares. Como resultado de estas inversiones diversos sectores registraron un extraordinario crecimiento: en veinte años se triplicó la producción de plata; el valor de la producción de cobre pasó de 260 mil a 32 millones de pesos, la producción de henequén paso de 3 mil pacas anuales al iniciar este periodo y a un millón de pacas al termino del mismo, en contrate la producción de productos para el consumo interno disminuyo, un ejemplo claro de esta paradoja es la baja en la producción de maíz.
Las exportaciones aumentaron durante el periodo 600%. Este modelo económico, apoyado en las inversiones extranjeras y orientado a satisfacer las demandas del mercado mundial, es llamado por los economistas “dependiente” con “crecimiento hacia a fuera”, es decir, que el resultado del crecimiento económico no es resultado del proceso de maduración de las fuerzas productivas nacionales, sino de factores externos.
1876 - 1911
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Durante el Porfiriato más de diez millones de habitantes no sabían leer ni escribir, aunque como en todos los aspectos del Porfiriato este sector también tenía claros y oscuros, como se ha podido notar el sur del país era el más afectado y las grandes metrópolis desarrollaron un gran índice de alfabetización.
El gobierno trato de hacer algo por la educación y por ello creó una serie de instituciones que enlistare a continuación:
En 1891 creó el Consejo Superior de Instrucción Pública y en 1905 fue elevado al rango de secretaría.
En 1910 Justo Sierra reunió las escuelas de especialidades y las organizó en una Universidad Nacional.
1876
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Esta etapa del país coincide con un momento particular del desarrollo capitalista que ha sido llamado imperialismo. Este periodo, en un ámbito internacional, tuvo como principal característica un nuevo tipo de colonialismo, en el cual los grandes países capitalistas de Europa y Estados Unidos ya no se preocuparon por controlar de una manera directa el resto del mundo, sino mediante la apropiación de los recursos naturales y su mano de obra, por ejemplo la tierra, los minerales, los metales preciosos y la fuerza de trabajo entre otras cosas más. El control que ejercieron estos países se hizo realidad a través de la inversión de capitales en los países en vías de desarrollo o recién liberados de estructuras de dominio colonial, lo que trago consigo importantes cambios, como el surgimiento de la clase obrera en países industrializados aceleraron la producción y exportación de alimentos y materias primas en los países que no eran participes de este desarrollo. Así los países implementaron medidas económicas favorables al capital extranjero, lo que finalmente los convirtió en países mono exportadores de café, carne, azúcar, trigo, algodón y estaño entre otros.
En América latina este periodo tuvo como principal característica, que sus élites políticas adoptaron, de manera entusiasta, las políticas de liberalismo y cambio de apertura de mercados promovidos por los países metropolitanos. La producción de materias primas para la exportación atrajo la inversión extranjera a la región. Los países de Latinoamérica, México entre ellos, cubrieron las nuevas demandas que tenían los dueños del capital, quienes se sirvieron de los estados nacionales para invadir la agricultura y apoderarse de los principales recursos naturales. Para extraer las materias y facilitar la introducción de los equipos y mercancías, el capital financiero estimuló la construcción de puertos y ferrocarriles y, para que funcionara todo esto, de servicios públicos.
1876 - 1911
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México estaba envuelto en una profunda crisis general, pero en especial económica a causa de las diversas guerras que lo habían azotado; los caminos estaban plagados de bandidos, la delincuencia en las ciudades a la orden del día, el trabajo escaseaba y las inversiones extranjeras no arribaban a México ante la falta de garantías, tales como seguridad y de más servicios.
Porfirio Díaz figuró como un protagonista central de tales disputas, al levantarse en armas en dos ocasiones: una en 1871, en contra de la reelección del presidente Juárez con el plan de la noria, movimiento que, a pocos meses, fue derrotado. Al morir Benito Juárez, en 1872, se registro una nueva disputa por el poder, saliendo victorioso Sebastián Lerdo de Tejada. Al intentar éste reelegirse en 1876, Porfirio Díaz se levantó en armas, por segunda ocasión, ahora con el plan de Tuxtepec, resultando vencedor.
En el 1876, a llevar a cabo el plan Tuxtepec, el general Díaz propuso como “Ley suprema” de la nación el principio de la no reelección del presidente y gobernadores; además, aseguró que él en ningún momento aspiraba a permanecer en el mando y que, al obtener el triunfo, volvería “a la quietud del hogar domestico”. Pero no lo cumplió. Al asumir por segunda ocasión la Presidencia de la república, en 1884, se reeligió de manera ininterrumpida, hasta que una nueva revolución, la de 1910 lo obligó a renunciar y dejar el país.
La reelección del general Díaz lo hizo ser el hombre más importante de México por espacio de treinta años. En este tiempo sucedieron muchas cosas sobresalientes en el país: se logró alcanzar la estabilidad política; se registró un extraordinario crecimiento económico, disminuyó considerablemente la delincuencia y el bandolerismo casi desapareció como fenómeno social. Pero a la par de estos grandes cambios a favor de la patria, también hubo grandes abusos tales como: despojo de la propiedad comunal indígena; se fortaleció el latifundismo; se reprimió con mano dura, mediante la ley fuga o la pena de muerte, a quienes alteraran el orden público o se opusieran al régimen; se ataco la libertad de prensa y la gran parte de la población se mantuvo en la pobreza.
En términos generales se puede decir que el Porfiriato es un periodo en la historia nacional de marcados claros y oscuros: liberal pero al mismo tiempo conservador, conciliador y represivo, demócrata y autoritario, es un periodo polémico; los mismos historiadores tienen opiniones encontradas. La prensa de la época, por ejemplo, dependiendo del momento y su filiación, al referirse al caudillo de Tuxtepec lo mismo pintaba como un dictador que el héroe de la paz; a un violador de leyes y libertades individuales que al árbitro supremo de la nación; al vendedor de su propia patria que al constructor del México moderno. El historiador Francois- Xavier Guerra destacó al respecto: “Fue el Porfiriato un régimen extraño: sus contemporáneos los calificaban de patriarcal; los revolucionarios le llamaron dictadura; nuestros contemporáneos lo designan con etiquetas diferentes que van de caudillismo a régimen autoritario”
Al empezar el mandato del general Díaz la mayoría de sus colaboradores eran liberales, pero al terminar el siglo XIX el llamado grupo de los “científicos” había alcanzado una gran influencia dentro del mandato del general. Para los liberales su principal lema era la libertad, pero para el grupo de los científicos era el progreso, este grupo ejerció una fuerte influencia en el pensamiento del general, la filosofía del régimen fue el positivismo y su lema “Orden y progreso”
En este periodo no se puede hablar de una democracia, ya que esta fue ficticia y la única antirreleccionista era la muerte. Por su permanencia indefinida en el poder, el régimen porfirista era, en los últimos años, un gobierno gerontocrático: la edad promedio de sus ministros, senadores y gobernadores era de 70 años; hacia 1910, Porfirio Díaz tenía 80 años.
Ante la situación, el general Díaz se propuso básicamente dos objetivos: el primero, pacificar a como diera lugar el país; el segundo, promover con todos los medios a su alcance el crecimiento económico, pero el presidente Díaz tenía bien claro que sin crecimiento económico, la paz social nunca se alcanzaría.
Fue tan firme su política en contra de la delincuencia o los disidentes que, ante la noticia de un complot revolucionario en Veracruz, se le atribuye la orden de “mátalos en caliente”; Pero Porfirio Díaz también fue un gran conciliador, pues lo mismo integró en su gobierno a liberales que a conservadores, y fue capaz de convertirse en punto de equilibrio entre posturas y anteriormente confrontados. Al gobierno del general Díaz también se le atribuye la política de “pan y palo “, pan para el que trabaja, palo para el que se rebela.
1876 - 1911
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Al finalizar el régimen, hacia 1910, México tenía aproximadamente 15 millones de habitantes, de los cuales 11 millones eran campesinos que sobrevivían con salarios que iban entre los 25 y 30 centavos diarios. En términos generales podemos distinguir cuatro clases de trabajadores en las haciendas: los peones acasillados o gañanes, de residencia permanente; los trabajadores eventuales; los arrendatarios y los medieros o aparceros.
Al igual que en la economía, las condiciones de los campesinos variaban dependiendo de las regiones del país, por ejemplo, en el sur se llegaron a registrar condiciones de esclavitud disfrazadas, esta situación se puede a preciar más claramente en el libro “México Bárbaro” del periodista estadounidense John Knneth Turner el cual hizo un recorrido por toda la parte sur del país, resaltado los lugares de Yucatán y Valle Nacional Oaxaca. En el capítulo IV de su obra llamado “los esclavos contratado de Valle Nacional” donde menciona lo sig. “Valle nacional es, sin duda, el peor centro de esclavitud en México. Probablemente es el peor del mundo. Cuando visite Valle Nacional esperaba encontrar algo más benigno que Yucatán, pero resultó ser más lastimoso. En Yucatán, los esclavos mayas mueren más rápidamente de lo que nacen, y dos tercios de los esclavos yaquis mueren durante el primer año después de la llegada a la región; pero en Valle Nacional todos los esclavos, con excepción de muy pocos –acaso cinco por ciento-, rinden tributo a la tierra en siete u ocho meses.
Esta afirmación es casi increíble. Yo no lo hubiera creído; acaso ni después de haber visto la forma como los hacen trabajar, el modo de azotarlos y de matarlos de hambre, si no hubiera sido por el hecho de que los propios amos me dijeron que era verdad. Hay quince mil de estos esclavos en Valle Nacional… ¡Quince mil nuevos cada año!
-Al sexto o séptimo mes empiezan a morir como las moscas durante la primera helada invernal y después no vale la pena conservarlos. Resulta más barato dejarlos morir, hay muchos más en los lugares de donde éstos vinieron.
Con estas palabras nos damos cuenta de la paradoja en la que estuvo envuelto el periodo de el general Díaz, por un lado la ciudad de México compitiendo en belleza con las mejores ciudades europeas y en el sur como ya lo he mencionado podía haberse hecho pasar por otra nación la gente moría despiadadamente.
Una de las principales características del sector campesino es la siguiente, el pago a los campesinos se hacía por lo general, en dinero y especie esto último mediante las llamadas tiendas de raya propiedad del hacendado. Mediante estas tiendas de rayas el campesino tenía que recurrir al endeudamiento, este endeudamiento obligaba a los campesinos a permanecer en las haciendas y con ello los hacendados tenían la garantía de la mano de obra para su tierras. Además estas deudas eran hereditarias.
1876 - 1911
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El periodo en el cual el general Díaz estuvo al frente de la presidencia del país se caracterizaron por la modernización de la nación; esto significa que arribaron los avances tecnológicos más sobresalientes de la época. Este crecimiento se vio claramente marcado en dos ramas de la vida nacional en lo económico y lo administrativo.
La modernización económica fue posible principalmente a la expansión del ferrocarril, que facilitara el acceso rápido a todas las regiones distantes y el traslado de mercancías, otro avance que ayudó al desarrollo de la economía fue el tendido de la red telegráfica y telefónica. El ferrocarril era considerado la “palanca del progreso”.
En 1876 México tenía aproximadamente 580 kilómetros de vías férreas; para 1884 se había elevado a 5,731, en tanto que en 1910 el tendido ferrocarrilero alcanzaba ya los 24, 288 kilómetros. Con el ferrocarril las exportaciones a Estados Unidos se vieron notablemente favorecidas: al finalizar el siglo XIX, alrededor del 70% del total de las exportaciones mexicanas tenían como destino el vecino país del norte. Esto provocó una grave y notable dependencia económica hacía el país de las barras y las estrellas, circunstancia que hizo que Porfirio Díaz exclamara “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”
Las principales obras realizadas en México durante el mandato del General Díaz son las siguientes: el gran canal del desagüe, el hospital general, el teatro general hoy bellas artes, el palacio de correos entre otros. En esta época, la ciudad de México se confrontaba en belleza con las mejores ciudades de Europa.
1910
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Conflicto armado que tuvo lugar en México, dando inicio el 20 de noviembre de 1910. Históricamente, suele ser referido como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México.
Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz ejerció el poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 34 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato.
Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. En ese contexto, Francisco I. Madero realizó diversas giras en el país con miras a formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.
Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San Antonio proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910. El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia al norte del país y posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones donde resultó electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de la ocupación estadounidenses de Veracruz, Huerta renunció a la presidencia y huyó del país.
A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
Actualmente no existe un consenso sobre cuándo terminó el proceso revolucionario. Algunas fuentes lo sitúan en el año de 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana, algunas otras en 1920 con la presidencia de Adolfo de la Huerta o 1924 con la de Plutarco Elías Calles. Incluso hay algunas que aseguran que el proceso se extendió hasta los años 1940.
1920
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